CULTURA Y ARTE BARROCOS (SIGLO XVII)

1) LA CULTURA EN EL BARROCO
Durante esta época se produce un interés, ya iniciado en el siglo anterior por el estudio y aprendizaje de la lengua. Así aparecen obras dedicadas a la historia de la lengua (Origen y principio de la lengua castellana de Bernardo de Aldrete) , al léxico (Tesoro de la lengua castellana o espańola de Sebastián de Covarrubias) y numerosas gramáticas como la de Correas. Las universidades siguen siendo el núcleo principal de la cultura y continúa el interés por las disciplinas científicas y también humanistas. En el ámbito religioso, el siglo fue una época de esplendor para la iglesia. Éste fue producido por la denominada Contrarreforma, que reforzaba la disciplina y la autoridad del Papa y fomentaba la formación del clero en los seminarios.
Un ambiente de crisis y desencanto dio vida a un periodo muy importante para las letras espańolas. El Quijote puede simbolizar el fracaso de los sueńos de hegemonía de la Monarquía. De formación renacentista, Cervantes incorporó en sus obras las vivencias y actitudes del ombre barroco. El realismo, rasgo básico de esa actitud, se afirmó en la llamada novela picaresca (Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán o El Buscón de Quevedo).
El realismo del barroco se contrapuso al idealismo aristocratizante del Renacimiento como también su orientación popular y conservadora a la vez. Ésta es la línea dominante en el teatro de Lope de Vega (Fuenteovejuna, El caballero de Olmedo, Peribáńez y el Comendador de Ocańa ...) , impregnado de tradiciones populares y defensor del orden estamental , o de Tirso de Molina (El condenado por desconfiado, El burlador de Sevilla) , divulgador de los grandes dogmas religiosos. Calderón de la Barca escribirá autos sacramentales, obras inspiradas en el teatro de Lope de Vega (El alcalde de Zalamea) y grandes dramas filosóficos como La vida es sueńo. El artificio de la poesía tanto en su versión culterana (Góngora) como en su versión conceptista (Quevedo) parecen querer embellecer una realidad cada vez más desfavorable.


2) EL ARTE BARROCO

El termino barroco identifica al periodo artístico que se inicio en los primeros ańos del siglo XVII, prolongándose hasta la mitad del siglo XVIII; nace en Italia y se difunde rápidamente por Europa. El arte barroco se identifica plenamente con su época: desde el punto de vista religioso, encarna el espíritu de la Iglesia Contrarreformista; desde el punto de vista socio-político, el barroco se identifica plenamente con las monarquías absolutas. Y estos dos poderes, la Iglesia y la Monarquía, serán los principales mecenas e inspiradores de las obras de arte barrocas.

I. ARQUITECTURA BARROCA.-
En el barroco se crean plantas de formas complejas en las que la curva y la elipse cobran especial importancia. Los muros pierden la forma recta propiciando la idea de movimiento. Las fachadas se someten a formas onduladas y los elementos arquitectónicos se amontonan con intención decorativa.

La arquitectura barroca espańola tiene características especificas que la diferencian e individualizan con respecto a otros países: el gusto por la decoración, la riqueza de tendencias y una sencillez mayor en el diseńo de las plantas, de conceptos menos dinámico.

1) Primeros ensayos y afirmación del estilo, la arquitectura hasta el ultimo tercio del siglo XVII:
Los inicios de la arquitectura barroca espańola están muy influidos por la tradición de El Escorial y la influencia de Juan de Herrera y sus discípulos.
A esta época pertenecen la Plaza Mayor de Madrid y el Ayuntamiento de esta ciudad, de Juan Gómez de Mora; el conjunto palaciego del Buen Retiro en Madrid, que Alonso de Carbonell concibió por deseo del Conde-Duque de Olivares; Alonso Cano realiza la espléndida fachada de la catedral de Granada.

2) El barroco ornamental:
La arquitectura barroca espańola del ultimo tercio del XVII y primeras décadas del XVIII se caracteriza por el predominio que adquiere la decoración, un periodo que se conoce como “churrigueresco” por la importancia que tuvo en el mismo una familia de arquitectos y decoradores, los Churriguera. Los hermanos José Benito, Joaquín y Alberto Churriguera son los creadores de un estilo imaginativo y poderosamente ornamental. José Benito sobresale en el diseńo de retablos para iglesias; Joaquín realizo la cúpula de la catedral nueva de Salamanca; y Alberto proyecto la Plaza Mayor de Salamanca, inspirándose en la de Madrid.
A este periodo pertenece también la obra maestra de la arquitectura barroca en Espańa, la fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago de Compostela, del arquitecto Fernando Casas Novoa.

3) El barroco borbónico:
Es una arquitectura de carácter eminentemente cortesano, favorecido por la dinastía borbónica en la que se unen influencias italianas y francesas. La obra mas característica de este periodo es el Palacio de San Ildefonso en La Granja (Segovia) , que el arquitecto Teodoro Ardemans trazo siguiendo el modelo de Versalles.

II. ESCULTURA BARROCA .-
A lo largo del siglo XVII, la escultura policromada en madera alcanzo plena madurez. El deseo de dotar las imágenes de realismo llevo al escultor a utilizar el recurso de los postizos: coronas de espinas, ojos de cristal, pestańas de pelo real o lagrimas de cristal. La escultura es principalmente de carácter religioso, los temas de la Pasión de Cristo y la Vírgenes Dolorosas se manifiestan especialmente en los pasos procesionales.

1) Escuela castellana:
Gregorio Fernández es el máximo representante de esta escuela. Guiado por el realismo típico del Barroco y un deseo de despertar el sentimiento religioso, concibe los temas de la Pasión con poderoso dramatismo. Son muy característicos de su estilo los pańos que se pliegan en formas de perfiles finos y angulosos. El Cristo yaciente es su obra más conocida.

2) Escuela andaluza:
Es la más importante escuela escultórica del barroco espańol. Las ciudades de Granada y Sevilla destacaron especialmente por la abundancia y prestigio e sus talleres y escultores, entre los que destacan Martines Montańés, Juan de Mesa, Alonso Cano y José de Mora.
Juan Martínez Montańés fue el más grande maestro del circulo sevillano. La serenidad y la elegancia de sus figuras y los rostros con expresiones de misticismo son las cualidades más características de sus esculturas. Entre sus mejores obras se halla la Inmaculada de la Catedral de Sevilla.
El estilo de Juan de Mesa se caracteriza por un gusto hacia lo patético que rompe con el estilo de Montańés. Destacan sus Imágenes de Cristo Crucificado.
El estilo de Alonso Cano es el más clásico de los escultores barrocos espańoles; en su obra no tienen cabida los aspectos dramáticos, patéticos o gestuales que rompen el equilibrio y la elegancia de las figuras. De entre sus obras destacan: el San Juan Bautista, el Nińo con la Cruz acuestas, el busto de San Pablo y los de Adán y Eva.
José de Mora es el místico de los escultores granadinos. Fue nombrado escultor del rey Carlos II, pero casi toda su obra la realizo en Granada: el Cristo de la Misericordia, la Virgen de la Soledad y San Bruno son las más significativas.

3) La escuela levantina:
Destaca sobre todo el escultor Francisco Salzillo, nacido en la ciudad de Murcia. Realiza sobre todo grupos escultóricos que evocan momentos cumbres de la Pasión de Cristo; en ellos las imágenes sin elementos patéticos, se muestran naturales, espontáneas y despiertan un sentimiento religioso que se identifica fácilmente con el sentir popular. La Cena, la Oración del Huerto, el Prendimiento y la Flagelación son algunos de sus más importantes pasos procesionales.


III. LA PINTURA BARROCA.-
El de la pintura es el capitulo más importante del barroco espańol con pintores tan importantes en el panorama mundial como: Ribera, Zurbaran, Velázquez y Murillo.

José Ribera:
Pintor de técnica depurada, su estilo de los primeros anos estuvo muy influido por el tenebrismo de Caravaggio. Buen colorista, de dibujo firme y una gran facilidad para componer dan a sus cuadros un gran atractivo. La pintura de Ribera se caracteriza por un poderoso realismo que se manifiesta en los personajes deformes e insólitos de algunos de sus cuadros, en la búsqueda de la nota patética de los martirios de los Santos o en el detallismo riguroso con que pinta la piel maltratada y llena de arrugas. Destacan su Nińo cojo (Museo del Louvre, Paris), La mujer barbuda, el Martirio de San Bartolomé (Museo del Prado, Madrid). Ensayo también los temas religiosos y los mitológicos.






Francisco Zurbarán:
Fue uno de los grandes maestros del barroco sevillano. Un profundo naturalismo, el estudio de los problemas de iluminación y la dedicación casi exclusiva a pintar grandes ciclos para las ordenes monásticas, son las características generales del arte de Zurbaran.
La vocación naturalista se manifiesta en sus bodegones o en los estudios sobre personajes, y tiene especial sensibilidad para pintar las calidades de las telas (hábitos, trajes, doseles...), los muebles, los objetos de orfebrería, cerámica, flores y demás elementos de naturaleza muerta. La luz y los efectos del claroscuro son importantísimos en toda su obra. Sus obras más conocidas son: la Virgen de los Cartujos, San Hugo en el Refectorio, Urbano II y San Hugo, su confesor. Y uno de sus ciclos más importantes es el de los lienzos dedicados a la decoración del Monasterio de Guadalupe (Cáceres).

Diego de Silva y Velázquez:
Es el pintor más importante del XVII espańol y uno de los grandes maestros de la pintura barroca europea. Nació en Sevilla en 1599.
Desde sus primeras obras, la vocación por el naturalismo y los estudios de la luz van a obsesionar a Velázquez. Los tipos humanos que pinta son fruto también de su contacto con la realidad cotidiana: el aguador, los músicos, la vieja que fríe huevos, la mulata, las mujeres en la cocina de Marta y Maria... De esta época cabe destacar: los Músicos (Museo de Berlín), Cristo en casa de Marta y Maria (National Gallery, Londres), Vieja friendo huevos (National Gallery, Edimburgo) o El Aguador de Sevilla (Aspley Gallery, Londres), entre otros.
En 1622, Velázquez hace su primer viaje a Madrid, con escaso éxito. De esta época son el retrato de Don Luis de Góngora y Argote. Un ano mas tarde vuelve a la corte y realiza el primer retrato de Felipe IV (Museo del Prado, Madrid); conseguido el favor real, Velázquez conseguirá cada vez mas éxitos: retrata a su protector, el Conde-Duque de Olivares y en 1625 hizo el retrato ecuestre de Felipe IV. Dos anos mas tarde fue nombrado ujier de cámara.
En 1628 llega Rubens a Madrid y el contacto con él hace que Velázquez se interese por la pintura mitológica y pinta el Triunfo de Baco, mas conocido como Los Borrachos (Museo de Prado, Madrid). En este cuadro el pintor sevillano humaniza el tema mitológico y rodea al dios de bebedores de rostros expresivos.
Entre 1629 y 1631, Velázquez realiza su primer viaje a Italia. A su regreso pinta una de sus más importantes obras mitológicas, La Fragua de Vulcano (Museo del Prado), en la que evoca el amor de Marte y Venus, eligiendo el momento en que Apolo anuncia a Vulcano la infidelidad de su esposa.
Para el Salón de Reinos pinto la Rendición de Breda, mas conocido como Las Lanzas (Museo del Prado) y una serie de retratos de la familia real: los de Felipe Castańeda o Francisco Lezcano “el nińo de Vallecas” (Museo del Prado).
En noviembre de 1648 Velazquez inicia su segundo viaje a Italia y, de vuelta en Espańa, regresa a la mitología pintando La Venus del Espejo (National Gallery, Londres) y Las Hilanderas (Museo del Prado), que es una escenificación de la fábula de la tejedora Aracne que se enfrenta a la dios Minerva; el castigo de ese acto de desobediencia fue su metamorfosis en arana y su condena a tejer para siempre.
Velázquez sigue pintando a los miembros de la familia real y de aquí una de sus obras maestras, Las Meninas (Museo del Prado), obra de difícil interpretación, en la que se autorretrata el maestro. Retrata en primer termino a la menina dona Agustina de Sarmiento que ofrece un jarro de agua a la infanta Margarita; dona Isabel de Velasco, otra de las meninas, saluda a la infanta con una graciosa inclinación; muy cerca están los enanos Maribarbola y Nicolás de Pertusato; en un segundo plano, dona Marcela de Ulloa, miembro del servicio de palacio, y, al fondo, en la puerta, el aposentador don José Nieto Velásquez. Es de destacar también el reflejo de los reyes que se observa en el espejo de la pared, que contemplarían la escena. Obra maestra en muchos sentidos en la que ponen de manifiesto la sabiduría del maestro sevillano para pintar el espacio, el dominio de los recursos de la iluminación y una gran imaginación al componer.
Diego Velázquez gozo de la amistad de Felipe IV, que le honro con las más altas distinciones; su prestigio aun en vida fue muy grande. Murió el 6 de agosto de 1660.

Bartolomé Esteban Murillo:
Murillo es, junto a Zurbaran, el más importante pintor religioso y de la vida monástica. Su estilo se identifica plenamente con la pintura religiosa; el carácter de bondad y dulzura que tienen sus personajes y la sencillez que imprime a sus escenas wwwantiskolask sagradas despertaron, ya en su época, una gran admiración por su pintura. Destacan sus obras: la Sagrada Familia del pajarito y Santa Ana enseńa a leer a la Virgen (Museo del Prado). Especial significación merecen los Nińos: el Buen Pastor o San Juan Bautista Nińo (Museo del Prado), y los numeroso cuadros de la Virgen con el Nińo y, muy especialmente los de la Inmaculada.
La pintura de paisajes cuenta con experiencias interesantes en la pintura de Murillo; un paisaje con influencias flamencas e italianas.
El realismo se pone de manifiesto en algunos cuadros con motivos de la vida cotidiana que se inspiran en escenas observadas por el propio pintor: Vieja despiojando a un nińo, Nińos jugando a los dados y Nińas contando dinero. El retrato es otra de lasfacetas en las que destaco: don Andrés de Andrade (Metropolitan Museum, Nueva York) y el Caballero de la Golilla (Museo del Prado), aparte de varios autorretratos.